La llegada del señor Sleeman (en el original: Herr Sleeman kommer) fue escrita por Hjalmar Bergman (1883-1931) en la década de los años diez. Mishkin Ediciones ya publicó una novela de este autor, titulada Jack el Payaso. La pieza dramática en un acto, a la que ahora llega su turno, vio la luz en 1917 en la colección Marionettspel (Teatro de marionetas, Bonniers Förlag, Estocolmo), junto con El arlequín de la muerte (Dödens arlekin) y Una sombra (En skugga).
La pieza fue llevada por primera vez a escena en el Lorensbergsteatern de Gotemburgo, en 1919. En vida del autor tuvo dos representaciones más; una de ellas en el Dramaten, en 1922, dirigida por el legendario Olof Molander. La obra se ha representado desde entonces numerosas veces en Suecia, Finlandia y Dinamarca, tanto en teatro radiofónico como en el profesional y de aficionados. El texto fue utilizado como libreto de una ópera homónima, con música de Lennart Hedwall, estrenada en Estocolmo en 1979.
La llegada del señor Sleeman también ha tenido fortuna con la televisión. Ingmar Bergman dirigió su puesta en escena para la Svenska Television (SVT) en 1957. Dos años después, en 1959, los daneses la produjeron bajo la dirección de Anna Borg. A la televisión finlandesa llegó en 1963, esta vez dirigida por Ere Kokkonen. En el mismo país, bajo la dirección Kurt-Olof Sundström, fue producida otra vez en 1983.
El director de teatro Ingmar Bergman sentía predilección por esta pequeña pieza, que dirigió para el teatro y para la televisión. Con veinticinco años cumplidos, la llevó a escena en el Dramatikerstudion de Estocolomo. Aquel programa de 1944 era doble, pues incluía otra pieza del mismo autor (Spelhuset). El papel del señor Sleeman fue interpretado por Toivo Pawlo.
Luego, cuando la Svenska Television apenas había empezado sus emisiones y Bergman fue invitado a dirigir una producción de teatro para ese medio, en 1957, volvió a elegir La llegada del señor Sleeman. Era la primera vez que se enfrentaba al medio televisivo, y le debió coger el gusto, pues llegó a dirigir casi veinte películas más, de ficción y documentales, en ese soporte.
Bergman había estrenado, en febrero de 1957, El séptimo sello, y estaba libre para marchar a los estudios de la televisión, en Estocolmo, con varios actores del Teatro de Malmö, para afrontar la nueva producción. Le acompañaban, entre otros, dos jóvenes veinteañeros que habían tenido sendos papeles principales en la película. Max von Sydow, el caballero cruzado protagonista de El séptimo sello, interpretaría el Cazador en La llegada del señor Sleeman. Y Bibi Anderson, que había dado vida a María, era Anna-Marie, la víctima inocente de la pieza de Hjalmar Bergman. Además, trabajó junto a Bergman, como ayudante de dirección, Lennart Olsson, el mismo que en 1963 dirigiría, también para la SVT, Trämålning, o El retablo de los días de la peste, como nosotros lo hemos traducido en esta edición.
La viuda de Hjalmar Bergman, Stina Bergman, siguió con mucho interés la producción para la televisión de la obra de su marido. Y quedó muy satisfecha con el resultado obtenido por Bergman. Lo mismo ocurrió con los críticos, que vieron en Bergman un hallazgo para la televisión sueca, pues llegaba a ella con un amplio bagaje de dirección de teatro y de cine. Los productores de la SVT, en fin, pensaron que Bergman había conseguido la mejor producción de teatro para la televisión, hasta la fecha.
De La llegada del señor Sleeman, dirigida por Ingmar Bergman, se conserva una copia en 16 mm en los archivos de la SVT, que la produjo.
La obra de Hjalmar Bergman, inédita hasta el momento, se ofrece en una cuidada traducción de Marina Torres, que mantiene toda la riqueza psicológica y emocional del texto original.